Hace casi diez años, Lady Gaga subió al escenario de Coachella de manera fortuita, cubriendo la baja de Beyoncé en 2017. Aquella aparición dejó huella, pero este 11 de abril de 2025 marcó su retorno definitivo como cabeza de cartel. Bajo el lema “Mayhem In the Desert”, la superestrella desplegó un montaje que combinó rock, electro‑pop y teatralidad, sirviendo además como preludio a su próxima gira The Mayhem Ball.
Cinco actos para narrar el caos
El concierto, titulado The Art of Personal Chaos, se dividió en cinco actos temáticos, cada uno reflejando una etapa de la propia trayectoria de Gaga:
Velvet and Vice
Gaga apareció con un estilismo de bob negro para abrir con “Bloody Mary” (de Born This Way), alternando luego entre “Judas” y las nuevas “Abracadabra” y “Garden of Eden”. El acto concluyó con un ingenioso juego de ajedrez durante “Poker Face”, simbolizando la batalla interna entre la artista y su pasado.
And She Fell Into a Gothic Dream
Una Gaga rubia “muerta” emergió de un féretro rodeado de esqueletos danzantes. Con “Perfect Celebrity” y “Disease”, la atmósfera gótica dio paso a una versión íntima de “Paparazzi”, momento en que Gaga reflexionó: “¿Y si ustedes no estuvieran ahí?”.
The Beautiful Nightmare That Knows Her Name
Acompañada por Gesaffelstein, Gaga interpretó “Killah” y “Zombieboy”, remató con “Die With a Smile” junto a Bruno Mars (en pantalla) y estrenó “How Bad Do U Want Me?”, fusionando sus mundos sonoros.
To Wake Her Is To Lose Her
De vuelta al presente, el acto presentó un set eléctrico con su bob negro y éxitos recientes, culminando en una poderosa “Born This Way” con pirotecnia y la frase “Dance or die” retumbando en el desierto.
Finale: Eternal Aria of the Monster Heart
Tras una emotiva versión de “Shallow” al piano y un íntimo “Vanish Into You” entre el público, Gaga regresó para cerrar con una épica “Bad Romance”. “Somos monstruos, y los monstruos nunca mueren”, proclamó antes de su aria final.
El escenario se concibió como una casa de ópera medieval convertida en rave: columnas góticas, un techo abovedado y pantallas gigantes enmarcando las proyecciones. Cada detalle reforzó el concepto de Mayhem: caos personal convertido en arte.
Reflexión sobre la fama y la identidad
Más allá del virtuosismo vocal y la espectacularidad, Gaga utilizó el show para cuestionar el precio de la fama. Al enfrentarse a versiones pasadas de sí misma, recordó que cada “Gaga” —desde la debutante de The Fame hasta la reina del caos— habita en su interior. El manifiesto proyectado en pantalla lo decía claro: “Este es el manifiesto del caos”.
Con The Art of Personal Chaos, Lady Gaga no solo celebró el éxito de Mayhem (n.º 1 en Billboard 200), sino que ofreció una experiencia inmersiva que redefine lo que debe ser un gran espectáculo. Su paso por Coachella 2025 deja la promesa de una gira que, sin duda, llevará ese caos personal a estadios de todo el mundo.